Si eres de España o de América Latina, son muy altas las probabilidades de que hayas aterrizado en este post a través de Google. De hecho, seguro que no pasarás un día sin buscar algo en él: entradas para algún espectáculo, cómo llegar a un lugar o la biografía de un personaje famoso, por decir algunas de las infinitas dudas/curiosidades que pueden surgirte.
Google, el archiconocido buscador, lleva años formando parte de nuestra vida, pero pocos saben que, en realidad, es uno más entre tantos otros motores de búsqueda que se usan en el mundo.
Este tipo de herramientas, los motores de búsqueda, se han vuelto imprescindibles en el ritmo de vida actual, ya que nos proporcionan en cuestión de segundos información que, de no ser por ellos, tardaríamos minutos, horas, días o toda una vida en encontrar (si es que la encontramos).
Pero ¿qué es un motor de búsqueda? ¿Cómo funcionan? ¿Cuándo aparecieron? ¿Cuáles son los más usados actualmente?…
Estas son algunas de las dudas/curiosidades que te han surgido hoy, cuya respuesta, si lo hemos hecho bien, es este post al que has llegado a través de un buscador. Así que, vamos a ello…
¿Qué es un motor de búsqueda?
¿Imaginas tener que visitar manualmente todos los servidores de la web para encontrar la información que necesitas? Eso suponiendo que tuvieras un listado con todos los dominios públicos del mundo, algo que, lógicamente, no es así.
Para llevar a cabo esa tarea imposible para un humano, aparecieron los motores de búsqueda o buscadores, sistemas informáticos que recopilan la información almacenada en los servidores de la web y se la ofrecen al usuario en una página de resultados. En esta página aparecerán todos los sitios web que, para ese buscador, responden a la consulta que ha hecho esa persona.
Básicamente, un motor de búsqueda sería como el bibliotecario al que le preguntas por un libro en concreto y él te lo busca por todas las estanterías mientras tú esperas cómodamente a que vuelva.
¿Cuándo aparecieron los buscadores?
Los primeros motores de búsqueda aparecieron a principios de los 90 debido a la necesidad de recopilar el contenido de internet, que no dejaba de crecer con la aparición de cada vez más sitios web.
De esta forma, el primer buscador propiamente dicho fue Wandex, en 1993, desarrollado por un científico del MIT que pretendía cuantificar el tamaño de internet. Un año después, en 1994, se anunció Aliweb, un motor de búsqueda mucho más avanzado que el anterior, ya que era capaz de leer e interpretar el contenido de muchas webs en tiempo real.
Estos motores de búsqueda fueron la semilla de Yahoo, Google y Bing, tres de los buscadores más usados actualmente en el mundo (aunque el buscador creado por Larry Page y Sergey Brin en 1997, Google, se lleva claramente la palma).
¿Cómo funciona un motor de búsqueda?
Un motor de búsqueda cuenta con lo que se conoce como araña o “bot”, programas informáticos que, de forma automatizada y continua, acceden y rastrean las páginas que forman un sitio web (llamadas URL), identifican su contenido gracias a las palabras clave de esa página y lo clasifican en un índice.
Así, cuando el usuario realiza una consulta, el buscador le mostrará las páginas del índice que, en función de su algoritmo, dan una respuesta a dicha consulta. El algoritmo es, precisamente, el corazón de cualquier motor de búsqueda, ya que, cuanto más avanzado sea, más exactas y satisfactorias serán las respuestas que dé al usuario.
Por ejemplo, un buen algoritmo es el que, para la consulta “alquilar coche”, te muestra en las primeras posiciones los resultados de empresas que ofrecen alquiler de coches (precios, modelos, fechas, etc.). En cambio, un algoritmo deficiente te mostrará en las primeras posiciones resultados sobre la historia de los coches, por decir algo.
Esto último es lo que los expertos en SEO llaman “intención de búsqueda”: ofrecer resultados lo más afinados posibles en función de la consulta del usuario. En el ejemplo de antes, quien busca “alquilar coche” no tiene intención ninguna de aprender sobre la historia del automóvil.
Tipos de motores de búsqueda
Desde el punto de vista técnico, podemos hablar de tres tipos de motores de búsqueda, que son:
Buscadores jerárquicos
Un buscador jerárquico sería el buscador de Google, ya que estos motores de búsqueda recopilan y almacenan la información de las páginas web (en general, haciendo una copia de ellas) para luego mostrársela al usuario en función de su consulta.
Directorios
A diferencia de los buscadores jerárquicos, los de tipo directorio no rastrean los sitios web ni almacenan información. Más bien, se trata de una agrupación de enlaces que se ordenan según una categoría, y no según la relevancia ante la consulta que hace el usuario.
Metabuscadores
Los metabuscadores no cuentan con una base de datos propia, sino que reenvían la consulta a otros motores de búsqueda para luego analizar los resultados que estos proporcionan.
Principales motores de búsqueda en el mundo
Empezamos por el amo indiscutible de los motores de búsqueda, y es que, a nivel mundial, Google ocupó una cuota de mercado de más del 91% en 2022, según datos de un estudio de Statcounter.
Una de las razones que explican la supremacía de este buscador es la calidad de su algoritmo, que se actualiza constantemente para ofrecer resultados de búsqueda cada vez más afinados (la intención de búsqueda que hemos mencionado antes). Esto lo convierte en el motor de búsqueda predilecto de las agencias de SEO y de los profesionales de PPC que hacen campañas de anuncios en buscadores.
Bing
El principal competidor directo de Google es el buscador propiedad de otro de los gigantes tecnológicos: Microsoft. Su cuota de uso a nivel internacional es de aproximadamente el 3%, pero en el mercado anglosajón Bing acapara un tercio de las búsquedas. Uno de los alicientes del motor de búsqueda de Microsoft es su sistema de recompensas, un programa de puntos que se consiguen al comprar desde su buscador.
Yahoo!
Yahoo fue el motor de búsqueda más usado en la década de los 90, aunque hoy día tiene una cuota de mercado inferior a la de Bing y, por supuesto, Google (1,5%). Yahoo se alimenta de Bing, por lo que los resultados entre ambos buscadores son muy similares.
Aunque en estos tiempos ya no se utilice tanto como cuando surgió, sigue reteniendo a su público “nostálgico” que lo ha usado toda la vida.
Baidu
Los constantes encontronazos entre Google y el Gobierno hacen poco probable que el motor de búsqueda de Page y Brin llegue a desbancar al “Google chino”, Baidu, que representa una cuota de mercado del 75% en dicho país.
Si quieres centrarte en el mercado chino, Baidu es el buscador que estás buscando (valga la redundancia). El diseño de su interfaz es similar al del buscador estadounidense, aunque con una clara diferencia: está en chino mandarín.
Yandex
Sin salirnos de Asia, Yandex es el motor de búsqueda más usado en Rusia, con una cuota de mercado del 60% en el territorio de la federación. También tiene buena presencia en antiguas repúblicas soviéticas, como Ucrania, Kazajistán o Bielorrusia.
Aunque originalmente estaba pensado para usuarios rusoparlantes, hoy día cuenta con versiones en inglés y en otros idiomas. Con todo, su cuota de mercado a nivel internacional gira en torno al 1%.
Ecosia
Ecosia es un buscador que apareció en 2009 con un objetivo encomiable: lograr plantar mil millones de árboles antes de 2025. Así es, este motor ecológico dona el 80% de sus ingresos a organizaciones sin ánimo de lucro vinculadas con la reforestación del planeta.
Cuenta con algoritmo propio, pero, como Yahoo, usa los servicios de Bing para ofrecer los resultados a sus 125 millones de usuarios al mes. Además, este buscador no almacena información sobre el comportamiento de los usuarios para luego ofrecerles publicidad personalizada.
Recomendable para quienes valoren la privacidad, el planeta o ambas cosas.
DuckDuckGo
En último lugar, hablamos de otro de los motores de búsqueda que más valoran la privacidad de los usuarios: DuckDuckGo, el rastreador que no te rastrea.
Surgió en 2008, pero en los últimos años ha cobrado más relevancia en el mercado, tanto que en 2022 llegó a tener una cuota de casi el 2,4% en Estados Unidos.
Los motores de búsqueda y el marketing digital
El SEM, descifrando el algoritmo de los buscadores
SEM es una sigla que significa Search Engine Marketing, y se refiere al marketing hecho a través de los motores de búsqueda. Básicamente, consiste en planificar y aplicar estrategias dentro y fuera de una web para lograr que esta aparezca en la mejor posición posible en los buscadores.
Un equipo de SEM se divide en dos subequipos, los expertos en PPC y los expertos en SEO, cada uno con diferentes funciones pero un mismo objetivo: gustarle al algoritmo de los motores de búsqueda.
El PPC o pago por clic
El PPC, “pago por clic”, consiste en pagar a un buscador para hacer que una página aparezca cuando un usuario hace una consulta. En general, el buscador cobra por cada clic que se haga en el anuncio. En el mundo antiguo, sería equivalente a pagarle a una cadena de televisión para que muestre el anuncio de tu marca.
El “pago por clic” es una buena opción cuando se tiene mucho presupuesto para invertir en este tipo de acciones, ya que, aunque intervienen otros factores, cuanto más dinero se destine, es probable que se consigan mejores posiciones en los resultados. (Repetimos, hay que tener en cuenta más aspectos).
Por ejemplo, si vendes zapatos de tacón, la página donde muestras todos tus zapatos de tacón aparecerá en forma de anuncio cuando alguien busque “zapatos de tacón”.
Como puedes imaginar, la otra cara del PPC es que, sin inversión o con una inversión baja, no hay visibilidad. ¿Esto significa que los sitios web sin presupuesto para anuncios jamás aparecerán en un motor de búsqueda? Llega el otro equipo para SEOcorrerte…
El SEO o posicionamiento orgánico
El SEO (seguimos con siglas raras) hace referencia al posicionamiento orgánico, natural, es decir, el que se consigue sin tener que pagar a los motores de búsqueda. Entre sus varias tareas, los expertos en SEO se ocupan de modificar aspectos técnicos y de contenido de una página para hacer que esta satisfaga al máximo la búsqueda del usuario. También trabajan el SEO local para que los negocios físicos aparezcan en el mapa de Google.
De esta forma, gracias a estas acciones, el algoritmo de los buscadores “recompensa” esa página mostrándola en mejores posiciones. Retomando el ejemplo de antes, con el SEO, tu página de zapatos de tacón aparecerá la primera en los resultados orgánicos, esto es, los que se muestran después de los anuncios.
Como no depende de la inversión en publicidad, salvo que caiga un meteorito o internet desaparezca del mundo, tu página de zapatos de tacón seguirá mostrándose sin pagar un euro al buscador, siempre que cuentes con una agencia de SEO que sepa qué acciones permitirán mantenerte en el podio.
¿Mejor el PPC o el SEO para tu negocio?
Por los casi 10 años que ya llevamos en nuestra agencia de marketing digital, sabemos que el PPC y el SEO pueden y deben ir de la mano. Una estrategia que solo se base en uno de ellos no es óptima, ya que el PPC y el SEO se retroalimentan:
- El equipo de PPC no suele ocuparse de los errores técnicos de una web, errores que no ve el usuario, pero sí las arañas de los buscadores. Es el equipo de SEO técnico quien los resuelve, y esto beneficia tanto a tus resultados de pago como a los orgánicos.
- Con PPC y SEO aumentarás tu visibilidad, ya que ocuparás más de una posición en la página de resultados: el usuario verá primero tu resultado de pago y, más abajo, tu resultado orgánico.
- Algunos usuarios nunca hacen clic en un anuncio, pero esos mismos usuarios siempre hacen clic en resultados orgánicos…
Existen más razones por las que es recomendable combinar una estrategia de PPC y de SEO, pero ya tendrás algo claro: si quieres hacer marketing a través de un motor de búsqueda, necesitas una agencia de marketing profesional como Maktagg.
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